También denominado LTE, permite una conexión a Internet desde el celular mucho más rápida que la actual; también descomprime las redes que funcionan hoy; no estará disponible de inmediato.
¿Por qué es importante el anuncio de hoy de que el Estado llamará a licitación de frecuencias para redes LTE, o 4G?
Porque es un estándar de telefonía móvil que ofrece dos ventajas: la primera, una conexión a Internet desde un celular o tableta mucho más rápida que la actual (3G). La segunda -más importante en el contexto local- es que hace un uso más eficiente del espectro disponible. Es decir que, idealmente, una misma antena puede dar servicio a más usuarios; además, descomprime la red 3G existente.
Se puede pensar como una autopista: después del anuncio de hoy se sumarán carriles más rápidos. Es necesario tener un auto más veloz para usarlos, pero esto también reduce la cantidad de vehículos circulando por los carriles más lentos.
Pero (y este es un dato importante) requiere que las operadoras de telefonía móvil que quieran acceder a esta tecnología (Claro, Personal, Movistar o nuevos participantes) inviertan en equipamiento nuevo. Además, quien quiera acceder a esta nueva red deberá tener un teléfono compatible. En nuestro país, el 73% de los teléfonos vendidos durante 2013 tenían acceso a las redes 3G.
Es decir: habrá que tener paciencia; no será algo que vaya a estar disponible el mes próximo, porque una vez que se otorguen las licencias las compañía ganadoras deberán invertir en equipamiento y llevarlo físicamente a cada una de sus antenas. Y LTE estará disponible primero en zonas muy pobladas y congestionadas (el área metropolitana de Buenos Aires, por ejemplo).
Los teléfonos que hoy tienen LTE y son compatibles con las bandas que usará la Argentina (las mismas que buena parte de América latina) se podrán usar, y no será necesario un cambio de chip o similar; pero quien piense en comprar hoy un celular o tableta sólo por esa función debe recordar que para que LTE esté operativo en el país pasará mucho tiempo; es mejor esperar a que funcione para hacer la inversión en un dispositivo compatible.
En danza desde 2010
En la Argentina se vienen haciendo pruebas para ajustar el funcionamiento del servicio LTE al menos desde 2010 ; pero el primer paso clave se dio en diciembre de 2012, cuando el Gobierno nacional definió las frecuencias del espectro radioeléctrico que reservaba para el servicio de Internet móvil en el país: 700 MHz (que comparte con la televisión analógica), 1700 MHz y 2100 MHz (no son frecuencias arbitrarias, sino que se eligen en consonancia con la Unión Internacional de Telecomunicaciones), estos últimos también conocidos como AWS o UMTS Banda IV; usa una frecuencia para subir datos y otra para su descarga.
Ahora la Argentina dispondrá de 380 MHz para dar servicio, contra los 170 MHz disponibles hoy (más frecuencias equivale a más capacidad para atender a más usuarios). Pero las licencias serán nacionales, no habrá zonas iniciales diferenciadas como tuvieron Telecom y Telefónica.
Después de eso no sucedió nada más hasta el anuncio de hoy, en un clima en el que las operadoras locales suman reclamos por un servicio deficiente ( “vergonzante”, según lo definió el Ministerio de Planificación ) y se quejan de que con las frecuencias disponibles y los problemas que tienen para instalar nuevas antenas no pueden mejorar lo que ofrecen.
Entre medio fue creada Libre.ar, una compañía estatal que se quedó con una porción del espectro de 3G que devolvió Movistar luego de su fusión con Movicom, y que hasta ahora no ha tenido uso visible . Este remanente también será licitado, pero por áreas, lo que podría permitir la aparición de compañías regionales, algo que estaba en la carta de intención de Libre.ar y que las cooperativas telefónicas del interior vienen reclamando hace tiempo .
Ahora las operadoras tendrán la oportunidad de invertir para mejorar su oferta (y competir, en teoría, con nuevos jugadores): las redes LTE permiten un mayor ancho de banda (que en el mundo oscilan entre 10 y 20 megabits por segundo , pero que cada operadora puede regular a voluntad) y tener un servicio similar o mejor que la Internet fija.
Y también tener un uso más eficiente del espectro y de las antenas, en parte porque las redes LTE están pensadas desde un primer momento para abastecer a dispositivos que están conectados a Internet en forma permanente. Esto significa que cada antena puede dar servicio a más usuarios. La buena noticia es que en la medida que más dispositivos se suban a las redes LTE se liberará espacio en el 3G convencional.
El anuncio de hoy se hace en un contexto, además, en el que el Senado comenzó a discutir un proyecto de ley para transformar a la telefonía móvil en un servicio público , donde el Estado tendría más presencia.
Un estudio de la asociación GSM indica que en el mundo 101 países tienen redes LTE activas (incluyendo la mayor parte de América latina), y se espera que para este año sumen 400 millones de usuarios (contra los 7000 millones de líneas de telefonía móvil que habrá este año, según al Unión Internacional de Telecomunicaciones).
Fuente: La Nación.