Con 32 votos afirmativos, el proyecto avanzó en su primera lectura en una sesión que tuvo que postergarse dos veces por la inesperada aparición de la denominada ley Francella, un artículo que no se había acordado en la Comisión de Planeamiento.
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) aprobó en una primera instancia el proyecto de ley que establece el nuevo Código Urbanístico (CUR), uno de los ejes de gestión del actual jefe de Gobierno, Jorge Macri. La ley, que generó polémica por el artículo «Francella» que después fue quitado, fue aprobada y deberá ser convalidada en Audiencia Pública para luego volver al recinto.
El Código Urbanístico, que es la normativa que regula el uso y la edificación en los espacios públicos y privados, fue sometido a importantes modificaciones en su articulado por iniciativa del Ejecutivo porteño. La adecuación de dicho código obtuvo aprobación en primera lectura y, ahora, deberá discutirse el proyecto en Audiencia Pública antes de una segunda lectura para su sanción como ley.
El oficialismo del PRO logró este triunfo parcial con 32 votos a favor, del bloque amarillo, la Coalición Cívica, la Unión Cívica Radical (UCR) y Confianza Pública. Y con 6 en contra de Unión por la Patria (UP). Además, hubo 18 abstenciones.
Macri agradeció a los legisladores que el jueves por la noche, un código que «tiene como objetivo organizar el crecimiento de la Ciudad, respetando la identidad de los distintos barrios y promoviendo un desarrollo urbano más equilibrado y sostenible»: «Proponemos y cumplimos: el CUR fue una promesa que asumimos durante la campaña«, dijo el jefe de Gobierno.
Y añadió: «Tiene como objetivo principal que se respete la identidad de cada barrio y que la Ciudad crezca de manera equilibrada y sostenible».
En un principio, Jorge Macri tenía los votos para aprobara la primera lectura del código. Sin embargo, cuando el legislador de UP, Matías Barrotaveña, cercano al empresario de Grupo Octubre y expresidente del PJ porteño y secretario general del gremio de Encargados de Edificios, Víctor Santa María, acercó una propuesta para que los nuevos edificios de más de 25 departamentos tuvieran que tener una vivienda de encargado de manera obligatoria, la Coalición, Ocaña, la UCR y demás aliados avisaron que no acompañarían.
LA LEGISLATURA PORTEÑA APROBÓ LA LEY INICIAL DEL NUEVO CÓDIGO URBANÍSTICO
Proponemos y cumplimos: el CUR fue una promesa que asumimos durante la campaña. Tiene como objetivo principal que se respete la identidad de cada barrio y que la Ciudad crezca de manera equilibrada y… https://t.co/0ARSdaJiq3
— Jorge Macri (@jorgemacri) September 27, 2024
No acompañamos el proyecto de modificación del Código Urbanístico. Una reforma que no mejora ni el déficit habitacional, ni los espacios verdes, ni el uso del suelo, ni la infraestructura de la Ciudad.
Todavía estamos a tiempo de pensar un modelo de ciudad sustentable y moderna. pic.twitter.com/dF7HAN4QQI
— Matías Barroetaveña (@mbarroetavena) September 27, 2024
El proyecto del Ejecutivo revisa el Código de 2018 y se fundamenta en tres ejes principales: limitar las alturas en barrios de casas bajas, proteger los pulmones de manzana estableciendo un límite a la construcción, y proponer un esquema de compensación para desarrollos entre zonas del norte y sur de la ciudad. Este esquema permitirá a los desarrolladores recibir metros adicionales en áreas más atractivas a cambio de construir la misma superficie en el sur.
Durante la discusión, se acordó que la definición de los polígonos emisores y receptores de metros cuadrados quedará a cargo de la Legislatura, en lugar de ser decidido por el Ejecutivo. Aunque el proyecto fue aprobado en general, aún hay varios aspectos por debatir, dado que se trata de una ley de doble lectura que requerirá audiencias públicas antes de su segunda revisión, prevista para diciembre.
Luego de ponerse de acuerdo entre los espacios, finalmente, se quitó el polémico artículo, se consiguieron los votos necesarios para aprobar la ley y Macri festejó en sus redes sociales.
Por último, según explicó el oficialismo, los cambios buscan «generar equilibrio urbano» en tres escalas: «A nivel ciudad, impulsando el desarrollo del sur y consolidando la zona norte; a nivel barrial, con el ajuste de alturas priorizando las escalas barriales y resguardando el patrimonio; a nivel manzana, ajustando pisadas y alturas, principalmente ampliando el Centro Libre de Manzana en las Unidades de Edificabilidad de Altura Baja, respondiendo a las demandas vecinales».
«La Ciudad necesita una densidad mejor distribuida y un desarrollo urbano más equilibrado, que preserve la identidad barrial y se contemple el entorno, el proyecto propicia la modificación de las unidades de sustentabilidad de baja densidad, la modificación de las planchetas de edificabilidad y usos, la sustitución del instrumento de desarrollo territorial, modificaciones de texto, gráficos y distintos niveles de protección patrimonial de inmuebles», fundamentaron.