Javier Milei continúa desafiando a la Corte Suprema al mantener los pagos de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires de forma discrecional. A pesar de incluir los fondos en el Presupuesto 2025, el Gobierno sigue transfiriendo semanalmente, lo que genera incertidumbre en la gestión de Jorge Macri. La falta de previsibilidad afecta la planificación de obras y despierta temores de que los pagos puedan interrumpirse de forma repentina.
Javier Milei no acatará por completo el fallo de la Corte Suprema y continuará transfiriendo los fondos de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires de manera discrecional. Aunque el gobierno nacional incluyó los pagos correspondientes en el Presupuesto 2025, la forma en que se harán sigue generando dudas en la administración porteña. En lugar de enviar el dinero de manera diaria, como establece la sentencia de 2022, Milei pretende seguir transfiriéndolo semanalmente, a razón de un 1,55%.
Esta modalidad fue instaurada por Luis Caputo desde el 1° de agosto y se mantiene pese a las exigencias de la Ciudad de que los pagos sean automáticos y reflejen el porcentaje completo del 2,9% determinado por la Corte. El gobierno nacional transfiere cerca de $20 millones todos los viernes, lo que equivale a lo que debería enviarse por goteo diario. Sin embargo, en el proyecto de Presupuesto 2025 presentado por Casa Rosada, no se hace mención a los $800 mil millones que la Nación adeuda por incumplimientos pasados, ni a los $5 mil millones de dólares acumulados desde la modificación de la coparticipación en 2020.
Desde la administración de Jorge Macri ya solicitaron que estas transferencias discrecionales no se consideren como cumplimiento del fallo, sino que se imputen al saldo de deuda que Nación ha acumulado desde la gestión de Alberto Fernández. Por su parte, Caputo busca mostrar voluntad de pago sin adherir completamente a lo ordenado por la Corte, lo cual le serviría para protegerse ante la denuncia penal por desacato que enfrenta. Hasta ahora, el máximo tribunal no se ha pronunciado sobre la cuestión.
En Uspallata, la sede del gobierno porteño, hay gran preocupación. La falta de previsibilidad impide a la Ciudad planificar obras importantes, como señalaron desde el entorno de Macri. “Que no haya previsibilidad no nos permite proyectar nada. No podemos planificar ninguna obra importante”, comentaron desde Parque Patricios.
A pesar de que Caputo viene haciendo las transferencias semanales, la incertidumbre económica y la inminente campaña electoral generan temores en el equipo de Macri. Existe la posibilidad de que, de un día para otro, el flujo de fondos se interrumpa sin previo aviso. Además, la metodología actual, que se refleja en el Presupuesto, no incluye un ajuste por inflación explícito, lo que deja a la Ciudad en una posición vulnerable. Aunque los fondos se actualizan con la recaudación, este mecanismo no está detallado en el proyecto.
En estas horas, Macri recibió un informe detallado de su ministro de Hacienda, Gustavo Arengo, sobre el posible impacto de esta situación. Dicho informe también fue compartido con varios diputados nacionales que participarán en el debate presupuestario. La complejidad del tema radica en que el Tribunal Supremo debió intervenir el mes pasado para asegurar la liberación de fondos, pero la Ciudad aún no ve una solución definitiva.
Internamente, mientras algunos funcionarios como Néstor Grindetti plantean endurecer la postura frente a lo que consideran incumplimientos por parte de la Nación, Macri ha optado por no agravar las tensiones políticas entre el PRO y La Libertad Avanza, liderada por Milei. Sin embargo, el futuro de la coparticipación sigue siendo incierto, y las dudas persisten sobre cómo se desarrollarán las negociaciones en los próximos meses.
