Se habilitó el cambio de manos de los predios porteños que funcionaron como centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico- militar. También se aprobó el pedido del oficialismo para tomar un préstamo por 185 millones de dólares y el proyecto que permitiría la colocación de emprendimientos privados como bares en plazas y espacios públicos, lo que generó empujones en las gradas.
En la sesión ordinaria de la Legislatura porteña se trataron tres temas que venían en agenda desde hace algunas semanas.
En principio, el Pro y el Frente para la Victoria aprobaron el proyecto que pide la disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM). La sanción se aprobó con 41 votos positivos. Esto habilita el traslado de los espacios que son ex centros clandestinos de detención y que funcionaron en la última dictadura militar, de la Ciudad a la Nación.
La iniciativa valida el convenio firmado entre la vicejefa de Gobierno de la Ciudad, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gabinete Nacional, Jorge Capitanich, que propone que el Gobierno nacional se haga cargo de la administración de los ex centros de detención clandestina ubicados en la capital.
Los predios que harán el cambio de mano son la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Virrey Cevallos, el Club Atlético Olimpo y Automotores Orletti. La modificación incluye también que el personal de los establecimientos pasen a ser empleados del Estado nacional.
Junto al convenio, se votó la iniciativa que disuelve el ente autárquico Instituto Espacio para la Memoria (IEM), que es el que administra los espacios antes nombrados, para así crear el Consejo Asesor en Políticas Públicas de Memoria, que asumirá el trabajo que tenía el IEM.
Además se trataron los proyectos del pedido de un préstamo por 185 millones de dólares y la iniciativa que permitiría la colocación de bares y emprendimientos privados en espacios públicos como las plazas. Ambos fueron aprobados y llevaron bastante debate entre los legisladores y algunos roces entre el público presente en el recinto.
“Esto parece la fiesta de los bonos. Logramos pagar deuda externa a nivel nacional para que ahora la ciudad se vuelva a endeudar en dólares.”, criticó duro el legislador Pablo Bergel, de Verde Alameda mientras se generaban los cruces por el pedido del empréstito.
Finalmente se trato el decreto que proyecta la incorporación de emprendimientos privados en espacios públicos que además de ser aprobado generó algunos empujones e insultos entre un grupo de personas que no fue identificado con representantes de asambleas vecinales, incluida la que trato de parar el cercado del Parque Centenario, que llegaron al recinto para demostrar su descontento con la ley.