Diseñadores y locales comerciales de Recoleta decoraron la vía pública e invitaron a pasear; seguirá hasta mañana
Apesar del frío de esta, por ahora, falsa primavera, anoche en Recoleta sobraron calor, color, arte y diseño. La inauguración de “Giro Arenales” se convirtió en una gran fiesta del interiorismo en la calle, que permitió a los vecinos disfrutar de un evento interdisciplinario en el que se mezclaron tendencias y muestras con la participación en conjunto de 50 locales de la zona y diseñadores.
Organizado por Diseñadores de Interiores Argentinos Asociados (DArA), MK Comunicación y Global Art Group, el evento presentó a los comercios de la calle Arenales -entre Montevideo y Cerrito- y algunas de sus transversales de una forma distinta, ya que los locales realizaron intervenciones urbanas en sus fachadas y vidrieras.
El concepto principal de la muestra -que durará hasta mañana- fue “La Primavera” y los distintos diseñadores crearon obras artísticas, en los locales a cielo abierto, a partir de materiales reciclables y en desuso, con el objetivo de fomentar la sustentabilidad y la ecología.
Los vecinos agradecieron la iniciativa, aunque lamentaron que no se haya convertido el paseo en un circuito cerrado, como estaba prometido, pues el tránsito no fue cortado. Igual, las calles se colmaron de gente que disfrutó de una idea que interrumpió la monotonía gris de la ciudad.
A lo largo de una Arenales colorida y agradable la gente pudo encontrarse con personajes como la arquitecta Lilibeth Scotto, quien además de disfrutar de la muestra fue la responsable, junto a su hijo, Pastel FD, de “intervenir” uno de los locales: “Hubo una muy buena convocatoria. Es una pena que no se haya podido concretar lo que habían anunciado de cortar la calle. Tengo cientos de amigos que estaban muy ilusionados con que esto fuera una fiesta desarrollada en una calle momentáneamente peatonal”, dijo.
El director de DArA, Julio Oropel, se mostró satisfecho con el evento y, a pesar de que expresó su disconformidad con la decisión gubernamental de no cortar la calle, prefirió valorar la aceptación de los concurrentes. “Lo más agradable de todo fue la reacción de la gente, de todo tipo de edades; una confirmación de que nuestra idea viste de alegría al barrio. La Ciudad no nos permitió transformar en peatonales las cuadras, a pesar de que teníamos todo en regla. No nos justificaron el motivo y nos hicieron esperar hasta última hora para darnos la mala noticia. Pero, en definitiva, todo salió bien, a pesar de los contratiempos”, reflexionó.
En la marea de autos y personas que se cruzaban con una tranquilidad pasmosa, caminaba Andrea Argañaraz, vecina del lugar. Opinó que la puesta en escena de Giro Arenales le parecía “hermosa, algo nunca visto en la ciudad, con música, decoraciones y gente con muy buena energía”.
Sofía Willesmöes, dueña del local que lleva su apellido como marca, celebró: “Fue una sorpresa para todos; la aceptación fue mayor de la esperada. Lo que más nos sorprendió es que vino gente que no es del barrio a apreciar el arte”.
Un arte que también se podía apreciar en el jazz que salía de los instrumentos de Cinth y su banda, que entusiasmó a todo aquel que pasó por el 1311 de Arenales. Y, para no irse con el estómago vacío, luego del paseo llegó el camión de La Comarca con su horno pizzero, para el deleite de todos los asistentes. Anoche, la propuesta de Giro Arenales fue una verdadera fiesta.