Por Eduardo Román y Pablo Varela

Alguien que se mantuvo siempre diferenciándose del Gobierno Nacional, ¿cómo logran la síntesis?

No hay otra opción. Somos diferentes del kirchnerismo, somos diferentes de otras expresiones políticas. Pero creo que la solución para los problemas requiere muchas ideas y trabajo. El próximo presidente no va a tener mayorías propias en el parlamento. Eso requiere de diálogo y de formulación de consensos.  Si yo me aferro a un libreto preestablecido, lo más probable que me quede solo. Nosotros venimos acá a desafiar y modificar la Argentina. Es un proyecto muy ambicioso, y sería ilógico que pretendiéramos hacerlo solos.

Cuando desde el kirchnerismo se dice que Macri es el pasado y los noventas. ¿Ustedes qué dicen?

Una de las cosas que aprendimos los argentinos, es que no hay vuelta al pasado. Por más que nosotros quisiéramos.  El pasado, pasa. Lo que sí tenemos que hacer con el pasado es aprender. Tuvimos en los noventas privatizaciones desastrosas con corrupción. Y en la década que pasó estatizaciones desastrosas con corrupción.  Lo que tenemos que incorporar, es que finalmente de lo que se trata es que el Estado preste los servicios o garantice que se presten en beneficio de la sociedad. Eso no es un programa ideológico. Eso es un programa estrictamente político de realizaciones concretas. Los gobiernos desde el 83’ han terminado mal. Tenemos que lograr que las transiciones sean más estables, más previsibles. La idea de la vuelta al pasado, es muy reaccionario, porque es no animarse a ver que el desafío es construir el futuro.

Hablaste de que las propuestas de los candidatos son homogéneas, cabe entonces votar personas. ¿No hay ahí una pérdida de la política?

Hay un cambio. Uno ve a veces los saltos con garrocha de un sector a otro. Estando ya en la boleta del abandonado. Sistemas electorales muy obsoletos, colectoras, ley de lemas, ni que hablar de sistemas de padrón electoral. Después de treinta y dos años de democracia, no podemos seguir votando y que gane el que tiene más fiscales, y más fiscales rentados.

Sos candidato en Parlasur. La gente está escéptica sobre todo cuando ve que faltan aún cuatro años. ¿Por qué aceptaste ese lugar?

Me lo pidieron. Se trata d euna institución nueva. Comparto con cualquier persona más o menos razonable su escepticismo y su desconfianza. El Parlasur ha hecho muy poco hasta ahora, diría que casi nada. Yo voy a trabajar, a intentar demostrar la utilidad que puede tener un parlamento regional, aún con las limitaciones que tiene y cumplir los objetivos de combatir el narcotráfico y pobreza cero. En este caso, ya no de unidad de los argentinos, sino de unidad regional.