Así lo informó el titular de DDHH, Claudio Avruj.
El Gobierno nacional aprovechará la visita del presidente Barack Obama a la Argentina para pedirle la apertura de archivos clasificados vinculados con la dictadura militar de 1976.
Quien confirmó el planteo fue el Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, uno de los responsables de llevar adelante el tema en la agenda diplomática que tendrá lugar el 23 y 24 de marzo próximos. “Yo creo que es uno de los temas que se van a conversar, sin dudas”, aseguró.
El funcionario admitió que el reclamo está en sintonía con el pedido que le hicieron los organismos de derechos humanos al Presidente de la Nación, de que el gobierno norteamericano desclasifique información secreta sobre los años setenta y su actuación en el país.
“En la reunión que se llevó a cabo en Olivos dos semanas atrás, Estela de Carlotto planteó esa necesidad y se la transmitió al Presidente. Se tomó nota, se asintió y nosotros estamos totalmente convencidos de que todo lo que aporte información para completar los datos de lo que ha pasado en esa época tan difícil, nos ayuda a todos”, explicó el secretario de Derechos Humanos en una entrevista publicada por el diario La Nación.
El planteo levantado desde la Presidencia se inscribe en medio de la polémica sobre la oportunidad de la visita de Obama a la Argentina. Organizaciones que defienden las políticas de Memoria, Verdad y Justicia manifestaron su malestar de que la cumbre diplomática se realice el 24 de marzo mismo, y adelantaron su rechazo a que el mandatario norteamericano visite la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), que funcionó como centro clandestino de detención.
“No es conveniente que venga el 24, es una fecha muy delicada. Que venga el presidente de un país que fue el que hizo la Doctrina de la Seguridad Nacional, el país de (Henry) Kissinger y de la formación para reprimir en Latinoamérica…”, había dicho la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
La mención de Carlotto hace referencia a la política militar que impulsó en los años setenta el secretario de Estado, Henry Kissinger, bajo los gobiernos republicanos de Richard Nixon y Gerald Ford, denominada como Plan Cóndor. Esa estrategia consistió en el apoyo estadounidense de los gobiernos dictatoriales de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia, y que incluyó el entrenamiento de los militares latinoamericanos en técnicas de terrorismo de Estado que luego terminaron aplicando.