Macri brindó un discurso de campaña, tras la exigua victoria de Larreta, y cambió su estrategia. Lejos de proponer un cambio, centró su arenga en todas las políticas que continuaría.
Macri tiene temor. Lo marcan las encuestas. Sabe, que con el “pursimo amarillo” no alcanza. Es por eso, que tras la victoria pírrica obtenida por su delfín Rodríguez Larreta, debió salir a hablar como candidato presidencial.
Mientras en el escenario de ECO, Sanz sacaba pecho junto a Lousteau, el socio político del senador nacional debió salir a bancar la parada en Costa Salguero.
Desde el escenario disparó: “aerolíneas será estatal, pero bien administrada”; agregó en el mismo sentido: “YPF será manejada por el Estado, y va a recuperar la soberanía energética”, toda una novedad.
Un cambio de estrategia rotundo y grosero, en un intento desesperado por kirchnerizace, de cara al electorado y las próximas PASO.