Las PASO porteñas, dejaron a mucho candidatos y espacios en el camino. Enterate acá, espacio por espacio, quienes quedaron afuera, y el porcentaje de votos obtenido.
Por Pablo Varela
La Ciudad de Buenos Aires, ha por fin debutado en sus Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias con el calendario electoral escindido del nacional, tal como marca su constitución.
Más de 30 pre-candidatos a jefe de gobierno porteño, dirimieron en el día de ayer su posibilidad de llegar a las elecciones generales del próximo 5 de julio. Sin embargo, apenas cinco de esos candidatos sonrieron al final de la noche. Un número escaso, a juzgar por el volumen de contendientes.
Vox populi: el plato fuerte de las primarias correspondía al PRO: la gran perdedora de la noche fue la senadora nacional Gabriela Michetti. No solo por la cantidad de votos, (Larreta a la aventajó por casi diez puntos y perdió en todas las comunas) sino por la endeblez de su posicionamiento hacia el interior de su partido, tras haberse mostrado díscola con su jefe político Mauricio Macri. La “rebeldía” no paga dividendos en la Ciudad amarilla.
La hasta ayer “niña mimada” del voto PRO, subió al escenario alrededor de las 21hs. lamiéndose las heridas para admitir la derrota frente a su histórico enemigo, el tecnócrata y frío Rodríguez Larreta. El soberano se expresó: eligió “gestión” por sobre “valores”.
Macri celebró, con su habitual baile torpe y frívolo arriba del escenario flanqueado por la plana mayor de su gabinete. Deberá estar rápido de reflejos, y recuperar a na dirigente de peso para que no se genere un efecto adverso.
ECO (Energía Ciudadana Organizada), el espacio que surgió de la implosión del Frente Amplio UNEN, tuvo a su vez sus perdedores en una interna soporífera y de bajísima intensidad: Graciela Ocaña y el desconocido Andrés Borthagaray. La “hormiguita” perdió por paliza, al ser derrotada por más de trece puntos por su competidor el cuasi “rock star” Martín Lousteau, aunque poco pareció importarle a juzgar por la insulsa campaña que desplegó.
El FPV, dejó un tendal de derrotados, a quienes habrá que reagrupar rápidamente. Quienes perdieron la interna fueron: Gabriela Cerruti (quien suena fuertemente para vice), Aníbal Ibarra, Carlos Heller, Gustavo López, Carlos Oviedo y Víctor Ramos.
“Pensamos que nos iba a ir mejor de lo que nos fue, pero hicimos una buena elección”, la frase corresponde a Mariano Recalde, ganador de la mencionada interna. A buen entendedor pocas palabras, lo que quiso decir el Presidente de Aerolíneas es que la estrategia fue un fracaso total. A estas alturas y si bien ya es un clásico del kirchnerismo su absoluto desprecio por el cuarto distrito en caudal de votos del país, no deja de sorprender su incapacidad para generar una estrategia en la Ciudad. Siete pre-candidatos que generaron una gran dispersión de energías, y de votos.
Luego, vienen espacios menores, que no pudieron si quiera superar el piso de 1,5% de los votos emitidos, positivos y válidos, es decir, entre 27mil y 30mil votos dentro de un padrón de poco más de 2 millones y medio.
Camino Popular, y Claudio Lozano quedaron en las puertas de las generales con 1,44%. El MST, que llevaba cuatro pre-candidatos: Héctor Bidonde, Maru Lopez, Martín Torres y Sergio García acumularon 0,89%.
Gustavo Vera (hombre muy cercano al Papa) y Leonardo Fabre (hombre de Moyano) apenas obtuvieron el 0,79% de los votos. Similar suerte para el inimputable Ivo Cutzarida que obtuvo el 0,59% y disparó munición gruesa desde su cuenta de twitter.
Más abajo SurGEn con la competencia entre Humberto Tumini y Sergio Abrevaya quienes entre ambos obtuvieron un 0,45%.
Pablo Ferreyra (ALBA) obtuvo 0,41%, mientras que Manuela Castañeira del Nuevo MAS sacó 0,39%.
El Partido Humanista y su candidato Gustavo Tenaglia obtuvieron el 0,23%, mientras que el ultraderechista de Ramiro Vasena con su Bandera Vecinal obtuvo el 0,13% y el menos votado fue Alberto Piragini de Alianza Movimiento Federal con 0,10%.
Párrafo aparte merece la humillante derrota sufrida por el deteriorado Sergio Massa, cuyo candidato tras muchas idas y vueltas, Guillermo Nielsen, ni siquiera pudo superar el piso de 1,5% al obtener 0,90% de los votos. Un tremendo baño de realidad, para el diputado bonaerense que ve su capital político de 2013, desvanecerse, “como agua en el agua”.