Politica

Angelici es el nuevo interlocutor entre Macri y Moyano

Mauricio Macri y el ala política del Gobierno aún gozan del golpe por golpe con la cúpula de la CGT. Entre gremialistas obedientes y otros intransigentes aparece Hugo Moyano, un hombre siempre clave.

Quienes mantienen diálogo con dirigentes sindicales cuentan que aún no se habían repuesto de los cambios en la Superintendencia de Servicios de Salud y en el Ministerio de Trabajo cuando les llegó la noticia de otro sacudón: ahora el oficialismo evalúa estrategias para que se hagan públicas las declaraciones juradas de los gremialistas.

Macri se siente cómodo con la idea de confrontar con los sindicalistas. En el gobierno los ven como el enemigo perfecto. Las reacciones de la Casa Rosada buscan debilitar para mantener un diálogo abierto.

El Presidente busca un gremialismo obediente. En la idea que se conoció estos días, de terminar con el doble discurso, se esconde la intención de que los dirigentes sindicales tengan en el día a día la misma obsecuencia que muestran en las reuniones privadas con el Ejecutivo.

Hay una lista de los nombres con quienes se podría avanzar en acuerdos, pese a las diferencias: Héctor Daer, Armando Cavalieri, Gerardo Martínez, Roberto Fernández y Omar Viviani, entre otros. También con quiénes no vale la pena gastar energías, como Juan Carlos Schmid o Sergio Palazzo.

Los Moyano son clave. Como siempre. Apenas asumió la presidencia, Macri les pidió a Jorge Triaca y a Diego Santilli que se encargaran de transmitirle a Hugo que no lo quería como jefe de la CGT. El camionero terminó por alejarse de la conducción. Como gesto, el Presidente lo recibió entonces en Olivos, a solas. Hablaron de fútbol y de lo importante que es apostar a la familia. Pero algo se rompió en la relación. Y Macri cambió de interlocutor: corrió a Santilli y designó a un hombre que nunca deja de trabajar para él en las sombras: Daniel Angelici, de estrecha relación en la AFA con el presidente de Independiente.