El Frente Amplio UNEN dio su puntapié inicial con una polémica de por medio. Aguad, Sanz y Carrio aceptarían a Mauricio Macri para las primarias presidenciales. Solanas, Stolbizer y Ricardo Alfonsín lo niegan como posibilidad.
El lanzamiento realizado ayer por el Frente Amplio UNEN (FAU) estuvo monopolizado por la polémica en torno a una eventual incorporación del PRO a la nueva alianza. Los radicales Oscar Aguad y Ernesto Sanz, más Elisa Carrió, admitirían la posibilidad de que Mauricio Macri participe de la primaria por la candidatura presidencial. Por su parte, Pino Solanas, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín se niegan terminantemente a cualquier diálogo con el jefe del PRO y, en una tercera posición, Julio Cobos mencionó la posibilidad de un acuerdo en el más que probable ballotage. La expectativa de que este tema termine fracturando al FAU en dos es una perspectiva interesante para el kirchnerismo y también para Sergio Massa, quien temería perder la iniciativa política que hoy detenta a manos de la centroizquierda que, a falta de coherencia, exhibe un amplio espectro de figuras de primera línea.
Para los conocedores de la trama oculta de las negociaciones, lo que inclinará la balanza será la definición de la UCR, en cuyas filas la alianza con Macri suma cada vez más adeptos en la dirigencia del interior. A su vez, el rol de Enrique Nosiglia en el armado de una estrategia común con Macri sería hoy muy importante. El ex ministro del interior de Raúl Alfonsín le apuntaría, entre otras cosas, a un cogobierno de la Capital entre UNEN y el PRO.
La ley del pacto
La llave para este acuerdo parece pasar por la eventual sanción de una ley de primarias para los cargos electivos porteños. Ya circula algún borrador de posible proyecto de ley de primarias locales que tendría características distintas a la ley 26.571, que regula las PASO en el orden nacional. Se habla para la Capital de una norma que sólo disponga la elección del candidato a jefe de gobierno, dejándolo a éste en libertad de elegir a su compañero de fórmula. Además, se aplicaría el sistema D’Hont para la distribución de las bancas locales. Mediante la primera innovación, tomada de las primarias en los EEUU, sería, por ejemplo, viable un acuerdo para que Martín Lousteau sea el vice de Gabriela Michetti en caso de ganar ésta la primaria y viceversa. Esta concesión, obviamente, se daría si Macri es aceptado como precandidato a presidente en la primaria de UNEN.
Según los primeros cálculos que hacen dirigentes radicales porteños, la enorme ventaja que la alianza UNEN-PRO puede sacarle a Daniel Scioli en la Capital sería indispensable para ganar la primera vuelta y hasta el ballotage. La razón es que hasta ahora nadie en UNEN ni en el PRO hizo alguna propuesta para achicar la gran diferencia en contra que existe en relación a Scioli y Massa en la provincia de Buenos Aires. Este distrito, el decisivo, pasa a ser el talón de Aquiles de la estrategia de la entente de centroizquierda.