La directora de la Bienal de arte joven, Luciana Blasco, dialogó con La Noticia Web Ciudad acerca de la actual edición y cuáles son los proyectos a futuro. Escuchá el audio de la charla.
Por Pablo Varela
¿Qué característica tiene esta Bienal del 2015?
Es un espacio donde pueden verse trabajos de artistas desde artes visuales y audiovisuales, escénicas y música, obras de teatro, de danza, cortos, series web, shows musicales, etc. todos los artistas que exponen en la Bienal, tienen entre 18 y 32 años, y fueron seleccionados a lo largo del año por otros artistas de gran trayectoria, estuvieron los otros meses formándose y creando obras, y ahora en estos seis días de celebración comparten el trabajo con toda la Ciudad.
¿Cómo son las sedes?
La sede central es Ciudad Cultural Konex, en la calle Sarmiento 3131, en la zona del Abasto. También hay otros 7 teatros independientes, el centro de experimentación del Teatro Colón. El centro cultural Santos 4040, y un espacio que se llama Chela, de exhibición de artes visuales en Parque Patricios.
Es decir que pudieron articular lo estatal con lo privado…
Sí, la Bienal es un proyecto que involucra al Estado por supuesto, pero también es fundamental la participación de los artistas, tanto artistas jóvenes como los más grandes, y por supuesto muchos gestores culturales y productores que están al frente de espacios independientes. Es una movida grande, que involucra a mucha gente desde distintos lugares.
Nos podés contar cómo surge la idea de la Bienal, que se gestó por primera vez en el año 1989…
Sí, la idea de la Bienal, viene de mucho tiempo atrás. La primera fue en 1989, en lo que ahora es el Centro Cultural Recoleta, y también tomaba el Palais de Glace. Fue un momento muy especial y bastante mágico, porque a Buenos Aires le pasó algo con esa Bienal, le quedó. Después hubo una más en el 91’, pero dejó de hacerse. En el 2013 comenzamos a trabajar junto a los artistas y a las personas que están al frente de espacios culturales de acá de la Ciudad de Buenos Aires, para retomar ese espacio de la Bienal invocando el espíritu de la del 89’, pero trabajando esta vez para que perdure y se proyecte en el tiempo, la idea es que después de la del 2015 vengan muchas más y que los que estamos ahora, seamos espectadores de la del 2025.
¿Cómo se instrumenta la selección de los artistas?
Nosotros hacemos una gran convocatoria abierta y pública, en todas las disciplinas. Y en cada una de ellas, invitamos a artistas que tengan una trayectoria basta, son esos artistas que miran todas las postulaciones, todo el material que acercan los jóvenes, y selecciona una parte de ese material. Este año fueron seleccionados más de ciento y pico de proyectos, que involucran un universo de 700 artistas jóvenes. Son esos artistas que observan el material son los que acompañan el desarrollo de los proyectos que en el marco de la Bienal tienen lugar, y después son quienes otorgan los premios al final del proceso. Es un espacio de artistas para artistas.
El arte no es un concepto cerrado. ¿Cómo están trabajando o trabajarán en el futuro en relación a nuevas tecnologías y herramientas que modifican los lenguajes artísticos?
Sí, nosotros intentamos hacernos eco de las distintas manifestaciones, líneas y herramientas estéticas que se usan. Vos hablabas de la del 89’, en ese entonces había diez disciplinas. Escultura, pintura, todo por separado. Ahora eso no existe más, la disciplina es artes visuales, y el Comité considera de la misma manera, pintura, escultura, instalación, video arte, por ejemplo. Por otro lado, dentro de lo que es audiovisuales, nosotros acompañamos el desarrollo de series webs, y estos también tiene que ver con el contexto en el nos movemos y en el que se mueven los creadores más jóvenes. Sí, la idea es ir haciéndose eco de todo eso. Nada más lejos que restringir, sino todo lo contrario, sino ampliar, y no ponernos sectarios u ortodoxos, o dogmáticos en decir estos es arte esto no, sino acompañar todo eso que tiene que ver con el contexto en el cual estamos inmersos. De hecho en este momento, hay un slam de poesía, nada más contemporáneo, que forma parte de una de las manifestaciones que tiene parte acá en la Bienal.