Ciudad

El dramático relato de una maestra sobre la muerte de la nena de 11 años en el barrio Zavaleta

Ailen Galante contó que la menor no había asistido a la escuela durante una semana porque no tenía zapatillas. Finalmente, cuando asistió se descompensó, pero no consiguieron atención médica y falleció el lunes siguiente.

Cuando M, una niña de 11 años de la villa 21-24 Zabaleta llegó el lunes pasado al hospital Penna ya no presentaba signos vitales. El viernes anterior se había descompensado en la escuela a la que asistía, los docentes llamaron al SAME, pero nunca obtuvieron respuestas y la familia de la chica se vio obligada a llevársela a su casa sin que tuviera atención médica.

Ailen Galante, integrante del proyecto “Maestro + maestro” que acompaña a los docentes en las aulas para enfocarse en la alfabetización, fue docente de M y contó que, desde el primer momento, en el año 2017, cuando esa niña ingresó a la escuela activaron alertas sobre su estado de vulnerabilidad y el de su familia.

La pequeña que falleció el lunes pasado, iba a cuarto grado, tenía cuatro hermanos más, vivía con su madre y Galante contó que “el problema nutricional era uno de los tantos que padecía”. En diálogo con María O’Donell por Urbana Play, la docente aclaró que desde lo pedagógico tenían “atención focalizada con esta familia”.

Sin embargo, detalló que la situación en ese barrio es muy compleja en varios aspectos. “En el barrio no tenemos una buena salud integral, cuando les pedimos a las salitas, por ejemplo, una psicopedagoga, tenemos que esperar más de tres meses, si es que consiguen turno”, detalló.

Sobre M narró que desde la escuela pidieron desde un primer momento al Gobierno de la Ciudad “que se le prestara especial atención a un caso que sabíamos que había que acompañar muchísimo, integralmente hablando”. “Desde lo pedagógico lo hicimos, pero necesitábamos un abordaje integral que desde la escuela muchas veces no podemos dar, más allá de que establecemos redes con el barrio, con los comedores, lo merenderos, las juegotecas, los espacios de apoyo escolar”, explicó.

Otra problemática que relató fue que “el Gobierno de la Ciudad no te permite anotar a una familia en más de un comedor y eso implica que se le garantiza solo una comida al día”. Desde la escuela la alimentación que se brinda consiste en “un vaso de leche y tres galletitas y se llevan un sanguchito de jamón y queso, con una fruta”.

La niña faltó una semana a la escuela y al lunes siguiente murió

La alimentación que garantiza la escuela no les llega a los niños cuando no asisten y esto ocurrió con M que había faltado durante la última semana “porque no tenía zapatillas”. “Entonces le conseguimos un par de zapatillas desde la escuela, como hacemos siempre, a través donaciones”, narró Galante. Cuando llegó el viernes a la institución se descompensó, llamaron al SAME que nunca llegó y el lunes siguiente falleció.

“Hace tres años que el Equipo de Orientación Escolar derivó a la defensoría este caso particular con urgencia, y hace tres años que estamos esperando una respuesta”, sostuvo. “Por eso exigimos un estado presente, poder llamar a una ambulancia y que no tarde más de una hora o que nunca llegue como en nuestro caso”, agregó. “El lunes a las 17 vamos a hacer una caravana en todo el barrio para reclamar por la presencia del estado”, concluyó.

Desde el ministerio de Educación de la Ciudad aclararon a PERFIL que el caso se encuentra “bajo investigación judicial” y que están “esperando los datos del cuerpo médico y forense” y que “no hubo un pedido de refuerzo alimentario para esta alumna este año”. “Para solicitar dietas o refuerzos alimentarios se debe presentar a las autoridades escolares un certificado médico con datos del alumno, diagnóstico y fecha de año en curso. Cuando lo hicieron, sí lo entregamos”, explicaron.

FUENTE: Diario Perfil