El legislador PRO, le mandó una carta abierta al Sumo Pontífice. En la misiva, admite: “Me angustia profundamente ver la diferencia en cuanto a la predisposición con la que recibió a Cristina Kirchner y a Mauricio Macri.”
Todavía recuerdo la felicidad y la inmensa satisfacción que sentí aquel 13 de marzo de 2013 en el que fue nombrado Papa en el Vaticano. No dudé en expresar mi emoción, brindé homenaje en dos oportunidades a su vida y a su obra.
Más de tres años han pasado de esa fecha y cuántas cosas han cambiado en nuestro país. Hoy Mauricio Macri es nuestro presidente, a quien apoyo y en quien confío desde el primer momento.
Por eso lamento profundamente los gestos políticos que está teniendo, como el haber rechazado la donación de 16 millones de pesos del Gobierno Nacional a la ONG Scholas Ocurrentes.
A mi entender, considero que debería dejar de lado su perfil político y partidario para actuar como el líder religioso que es, por el cual, reitero, siento una profunda admiración.
Me angustia profundamente ver la diferencia en cuanto a la predisposición con la que recibió a Cristina Fernández de Kirchner y a Mauricio Macri.
También cómo le cerró las puertas del Vaticano a Margarita Barrientos, en contraposición al encuentro privado con Hebe de Bonafini, quien se cansó de criticarlo.
Solo me queda claro que desestima lo que proviene de Cambiemos y recibe con los brazos abiertos a los que tanto daño le han hecho a nuestro país.
Si usted pretende que haya reconciliación en nuestra sociedad, sus actos no condicen con su intención. Por el contrario, profundiza la grieta que generó el gobierno anterior.
Desde mi lugar de militante, espero humildemente que reciba estas palabras no como un reproche sino como una reflexión y que de una vez por todas los argentinos trabajemos por eso que usted tanto predica, la cultura del encuentro.