La empresa estatal canceló y reprogramó más de 100 operaciones en el inicio de las vacaciones de invierno.
“Programamos un operación muy ajustada para las vacaciones. Quisimos poner todos los recursos a volar y dejamos poco margen para cualquier eventualidad. Y tuvimos varias: un paro de controladores la semana previa, un quite de colaboración de los pilotos de Austral, y factores climáticos en destinos importantes como Bariloche , Iguazú o Chapelco; además de que hubo aviones que imprevistamente quedaron fuera de servicio debido a mantenimiento, sumado a vuelos con el 100% de ocupación”, dijo ayer Mariano Recalde titular de Aerolíneas Argentinas, para justificar la crisis con los vuelos de esta semana. Hoy, la empresa lo ratificó a través de un comunicado.
Por ello, se llevó a cabo una investigación para chequear la veracidad de cada una de las razones dadas por la aerolínea y por su titular, Mariano Recalde . La acción de todos esos factores en conjunto y al mismo tiempo, dice la empresa, explican el masivo cancelamiento de vuelos, que superó las tres cifras.
La conclusión a la que llegaron varios de los consultados es que la empresa efectivamente sobrevendió los vuelos, pero no en lo que se llama una sobreventa convencional (es decir, vender más pasajes que asientos de un mismo vuelo) sino de otro tipo. La acusación es que Aerolíneas Argentinas programó muchos más vuelos de los que el estado real de la empresa puede operar, y obviamente, vendió pasajes para todos ellos.
Una a una, estas fueron las averiguaciones respecto a las razones que dan Recalde y la empresa para justificar el descalabro de las masivas cancelaciones, reprogramaciones y demoras en los vuelos.
