Sociedad

Gabriel Mestre: “La agresión llegó de parte de los grupos de extrema izquierda”

El secretario del Obispado de Mar del Plata opinó de los enfrentamientos entre militantes feministas y de extrema derecha. Dijo que la Iglesia no tiene relación con ninguno de ellos.

Gabriel Mestre, secretario del Obispado de Mar del Plata, oficiaba misa en la Catedral de la ciudad balnearia cuando se produjo el enfrentamiento entre militantes feministas que participaban del 30 Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) y grupos de extrema derecha y neonazis encabezados por Carlos Pampillón, referente del espacio Cambiemos. El párroco dialogó con Radio Urbana y brindó su visión sobre los violentos episodios.

¿Cuál es su visión sobre los hechos que sucedieron frente a la Catedral de Mar del Plata? Me queda la duda sobre por qué un grupo de nazis y fascistas de gran notoriedad se animan a “proteger” a la Catedral.

Yo estaba celebrando la misa de las 20. Un rato antes había un grupo un poco agresivo con la gente que estaba ingresando a la Iglesia, un grupo pro abortista, e hicimos salir a la gente por la calle de atrás. Y en el momento del final de la misa, este grupo que no sabía quiénes eran las personas que estaban saliendo, comenzó a tirar piedras y botellazos. Era gente que salía de misa y no tenía nada que ver. Tuvimos que llevar gente con contusiones a los hospitales. Algunos pudieron ser atendidos con el botiquín. Las agresiones comenzaron de afuera, y los grupos que estaban en el atrio no tienen nada que ver con la Iglesia, la Parroquia o las instituciones de los movimientos católicos. Había muchos turistas, fue fin de semana largo, en un horario central, matrimonios con niños chiquitos agredidos por estas militantes de extrema izquierda abortistas que no representaban a todas las personas que estaban en la marcha, pero sí algunas se plantaron frente a la Catedral y se expresaron violentamente, escribieron cuestiones blasfemas en tres muros, y derribaron rejas para copar el templo.

Nos ponemos de acuerdo en el repudio de la violencia y la situación que usted describe, dando credibilidad a lo que usted dice. Pero no se entiende que tengan gente de características no democráticas, falangistas, nazis, custodiando la Catedral en el atrio, con una vaya de por medio, y no sepan quiénes son.

No estaban cuidando, no dije eso. La escalinata de la Catedral es un lugar privado pero de acceso semipúblico. Cualquier día a la tarde uno pasa y ve mucha gente que se reúne ahí, que se encuentran, se sientan allí, y a la noche se cierra. Pero estas personas no fueron llamadas ni convocadas bajo ninguna forma ni por el obispado ni por la Catedral.

¿Usted no los conoce?

No. A este señor que se llama Pampillón me lo mostraron ahí, en ese momento. No tenía ni idea quién es. Me explicaron que es un grupo de extrema derecha pero no tienen nada que ver con la Iglesia. De todas formas la agresión vino de afuera. No tengo ninguna relación con Pampillón ni con las otras, pero eso sí lo ví, llegó la agresión desde un costado.

Claramente es repudiable la agresión, pero yo no dejaría que estos tipos se pongan a cuidar la puerta de mi casa.

Claramente hay una dificultad en que este es un lugar semipúblico y es difícil regularlo. Si hubiesen estado dentro del templo, ahí sí que tengo mayor autoridad. Es una característica del lugar, que da a la peatonal San Martín, y nosotros la respetamos incluso cuando viene gente que nada tiene que ver con el ámbito propio de la Iglesia católica.

¿La policía actuó cuidando que los manifestantes no ingresen a la Catedral?

Había muy poco personal. Cuando se armó el conflicto con la Catedral sitiada, y la gente no podía salir, comenzó a llegar más personal policial. Y el grupo de Infantería llegó cuando este grupo de extrema izquierda comenzó a intentar derribar las rejas. Recién luego de una hora comenzaron a salir pequeños grupos por la calle de atrás. Una vez derribada la reja frontal, la Infantería hizo un escudo defensivo y en filmaciones dicen que hubo balas de goma; en respuesta les arrojaron materia fecal.