Solo con los votos de Vamos Juntos y sus aliados, la Legislatura porteña aprobó en primera lectura un proyecto que busca preservar el “estilo arquitectónico y paisajístico” de Lomas de Nuñez y Nuevo Belgrano.
Tras una acalorada discusión que se prolongó por más de dos horas, la Legislatura de la Ciudad aprobó con 31 votos a favor, cinco en contra y 20 abstenciones la primera lectura de un proyecto de ley que establece una serie de modificaciones al Código Urbanístico (CUr), a fin de garantizar la protección del estilo arquitectónico y paisajístico de dos barrios típicos de la Comuna 13: Lomas de Nuñez y Nuevo Belgrano.
Tal y como lo adelantó Revista Qué, el proyecto –que fue sancionado solo con el voto de Vamos Juntos y sus aliados- prevé modificar el Anexo II del Código Urbanístico, referido a las Áreas Especiales Individualizadas, incorporando estos dos barrios.
De esta manera el texto establece que en Lomas de Nuñez no se va a permitir la construcción de edificios de más de 9 metros de altitud, se preservará la cota de barranca, el retiro de frente de 3 metros, la preservación del centro libre de manzana y de las características del paisaje.
Mientras que en Nuevo Belgrano se adoptarán estipulaciones similares pero además se permitirá la construcción de viviendas colectivas sólo en las parcelas mayores y superiores, dando prioridad al estilo de vivienda residencial. No obstante, se respetarán los comercios preexistentes.
En ambos barrios, además, se prohibirán publicidades callejeras que contaminan visualmente, se cuidarán las especies arbóreas y los inmuebles de valor histórico y patrimonial.
Durante el debate en el recinto de sesiones, el oficialista y presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, Daniel Del Sol, aseveró que “estos ajustes que buscamos aprobar en primera lectura no hacen más que avanzar en el fortalecimiento del Código Urbanístico y su implementación como herramienta para darle un mejor servicio y una mejor calidad de vida a los porteños” e indicó que “además permiten disminuir interpretaciones, resguardar el interés público y contribuir con el respeto a las pautas ambientales, paisajísticas, culturales, fiscales, de desarrollo económico y social”.
“Quiero destacar que estas dos iniciativas surgieron de la preocupación y ocupación de vecinos y asociaciones vecinales, y son la consecuencia de la participación ciudadana que tanto pregonamos y valoramos. El proceso constó de un arduo y eficiente trabajo en conjunto con vecinos de estas áreas, la Secretaría de Desarrollo Urbano y legisladores, el cual dio como resultado una continuidad de la tarea que comenzó en 2018 con la sanción del nuevo Código Urbanístico”, completó.
Mientras que el legislador del Frente de Todos (FdT) Matías Barroetaveña remarcó que “el proyecto urbano del Larreta y el lobby inmobiliario le complica la vida a los vecinos y vecinas de la Ciudad” y destacó que “los reclamos de los vecinos y vecinas a la especulación inmobiliaria sin ningún tipo de control no puede ser un obstáculo porque se supone que esta Legislatura trabaja para velar por esos intereses”.
Oponiéndose al proyecto en cuestión, el legislador de La Libertad Avanza (LLA) Ramiro Marra aseguró que con este tipo de iniciativas “no sé respeta la propiedad privada, ¿Quién decide cual es la identidad barrial? ¿Un grupo de vecinos? Yo soy de Belgrano y me encanta las torres, si son de 100 metros mejor. Estas regulaciones generan más crisis habitacional”.
Finalmente Gabriel Solano (FIT) concluyó señalando que “lo que se está discutiendo acá viene a convalidad la denuncia que nosotros hicimos cuando se aprobó este código urbanístico, porque se aumentaba la capacidad constructiva y lo que iba a hacer es encarecer más la tierra, lo que iba a encarecer el acceso a la vivienda”.