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Escrutinio definitivo en la Ciudad: Rodríguez Larreta quedó más cerca de ganar en primera vuelta

Se confirmó el récord de voto en blanco y el jefe de Gobierno amplió un poco la diferencia sobre Lammens. Los principales números.

Horacio Rodríguez Larreta fue el único candidato a jefe de Gobierno porteño que obtuvo más votos que el postulante a presidente de su mismo espacio en el distrito. También les ganó a sus compañeros para el Senado, Diputados y la Legislatura. Esta fortaleza quedó reflejada además en el escrutinio definitivo, con un dato extra: Larreta amplió su ventaja sobre Matías Lammens y quedó con los votos necesarios para ganar en primera vuelta.

En las primarias porteñas se dio un fenómeno particular. En el tramo para jefe de Gobierno hubo récord de voto en blanco: 8,54%. Como estos sufragios no se cuentan en la elección general, los porcentajes tienden a subir. Así, en las PASO, Larreta sumó 904.165 votos, 50,67% del total de afirmativos. Si se repitiera el escenario, lograría lo que no pudieron otros desde que la Ciudad es autónoma: ganar oficialmente sin balotaje.

Respecto al conteo provisorio, el jefe de Gobierno tuvo 6.090 votos más y creció 11 centésimas. En contraposición, Lammens, el candidato del Frente de Todos, aumentó 748 sufragios pero a nivel porcentual cayó 11 centésimas. Así, la diferencia entre ambos pasó de 281.169 votos (15,83 puntos) en el provisorio, a 286.511 (16,05%) en el definitivo.

En el escrutinio que finalizó este martes la Justicia, Lammens terminó con 617.654 votos. Es un 34,62%, marca nunca lograda por un candidato local del kirchnerismo, pero que paradójicamente podría no alcanzarle para llegar a un balotaje.

En la Ciudad, la norma para evitar la segunda vuelta es mucho más restrictiva que a nivel nacional. Mientras Alberto Fernández quedará consagrado con superar el 45% (el escenario más probable) o llegar a 40% y sacarle más de 10 puntos a Macri; Larreta necesita obtener el 50% más un voto.

Desde que rige el balotaje en la Ciudad, sólo una vez no hubo. Fue en 2000, pero no porque Aníbal Ibarra (el ganador) hubiera llegado al 50%, sino porque su rival, Domingo Cavallo, al verse sin chances, se bajó. Un escenario impensado hoy, sobre todo por la experiencia de Martín Lousteau, que había quedado a más de 20 puntos en la primera vuelta pero luego casi da la sorpresa en la revancha.

Por esa experiencia de 2015, pero en particular por el presente económico que le pega a todo el oficialismo, Larreta trabaja para ganar el 27 de octubre. Y en la Casa Rosada, tras la paliza en las PASO, entienden la prioridad casi única del jefe de Gobierno de conservar el distrito cuna del PRO.

Una muestra de la “autonomía” quedó reflejada en el 11 de agosto, cuando en las escuelas podía optarse por la boleta estirada de Juntos por el Cambio, encabezada por Macri, o por otra prolijamente doblada al medio, con Larreta al frente y el Presidente escondido debajo. Para la general no se descarta el reparto liso y llano de la sábana cortada, sobre todo en las comunas del Sur donde ganó Lammens.

El candidato del Frente de Todos busca pegar a Larreta con Macri y la crisis para sostenerse en carrera. Y con el jefe de Gobierno apuntan a los mismos votos. Al 8,54% de blancos y a los 7,87% con los que terminó Matías Tombolini, el candidato porteño de Roberto Lavagna. En este último caso, las “ofertas” son de lo más diversas: incluida alguna para que directamente se baje de la carrera.